viernes, 6 de julio de 2018

Reflexión final



REFLEXIÓN  FINAL SOBRE LA DIDÁCTICA DE LA LENGUA CASTELLANA

Ahora hay que sentarse a reflexionar y escribir sobre lo que hemos aprendido. Aunque no sé si debo, empezaré diciendo que esta asignatura me ha servido de reflexión continua sobre mi trabajo. Soy ya docente, pero con tus trabajos y forma de impartir la asignatura, estás también haciendo reflexionar y cuestionarnos sobre nuestra práctica en el día a día. Y sólo con este aprendizaje a mí me ha merecido la pena.

También quería resaltar un aspecto que me ha gustado de la asignatura en general, aunque personalmente tengo que seguir trabajándomelo. En cada bloque, todo está explicado y desarrollado con un riguroso orden y calidad, así como el desarrollo de cada sesión. Nuestras clases, también deberíamos hacerlas así, sin las prisas del día a día.
En el primer bloque sobre lenguaje y comunicación oral, la primera reflexión que tengo que hacer es lo poco que se trabaja en las aulas este tema, con lo importante y fundamental que es. Aprendemos a hablar antes que a escribir, entonces, ¿Por qué parece  que nos dedicamos muchas horas en las aulas a que escuchen al profesor, a que rellenen fichas y libros, a que hagan deberes escritos?

¿Y dónde queda un espacio para que los alumnos se puedan expresar? Suben los alumnos en primero de primaria y parece que ya tienen que estar sentados y en silencio. Esto ya es obsoleto y no funciona. No trabajamos este aspecto tan fundamental y luego, les pedimos de un día para otro que expongan un trabajo ante sus compañeros, o ante profesores, que suban a un salón de actos a leer una poesía . Y muchos se agobian porque no lo quieren hacer, porque les puede los nervios. Algo estamos haciendo mal cuando esto ocurre, porque la expresión oral habría que trabajarla desde todas las asignaturas y dándole la importancia que merece. Si una oración  tiene predicado nominal o verbal, creo que no es vital para muchos. Algunos aprenderán este contenido y lo olvidarán. Pero expresarse y comunicarse correctamente en público, lo van a tener que hacer todos: cuando continúen con sus estudios, cuando tengan que presentar ponencias o ante un tribunal en una oposición. En muchos trabajos, y en la vida en general , se requiere de esta competencia que tan poco trabajamos.

Además quiero  terminar mi reflexión del segundo bloque, copiando  tal cual empieza el bloque 2 de la asignatura cuando dice “la base de la lectura y de la escritura es el lenguaje hablado. No es ningún secreto que los niños que tienen mayor facilidad para  comunicarse, más riqueza de vocabulario y fluidez, SON LOS PRIMEROS QUE EMPIEZAN A LEER”.
Con el segundo bloque,  tuvimos que trabajar también un tema muy importante: LA LECTURA, proceso complejo , ya que necesita que se trabaje y se desarrolle todas las microhabilidades y microcapacidades  que la componen. En los colegios se habla de lectura comprensiva, de lectura oral, lectura silenciosa, expresiva….  La reflexión que creo todos los maestros se tendrían que plantear es si conocen  lo importante y complejo que es el complejo lector. Deberíamos enseñarla de forma adecuada, basada en motivaciones reales como la funcionalidad que tiene o la necesidad de entender lo que nos piden. Hay que autoevaluarse y ver si los niños disfrutan leyendo, o si comprenden lo que leen. Cuando en edades tempranas se detectan estos problemas, sin duda alguna algo mal está haciendo el profesor.

También es importante conocer todos los procesos implicados en el proceso lector: Habilidad visual, visión periférica, atención, concentración, memoria… Si vemos que alguno de nuestros alumnos  tiene algún problema en estos aspectos, el maestro es el primero que lo tiene que detectar, para intentar cuanto antes  poner una solución y mejorarlo. Exceptuando niños con dificultades de aprendizajes importantes o con necesidades educativas especiales, en el resto de alumnos deberían mejorar cualquier habilidad si se entrena. ¿Por qué no entrenamos entonces?

Quiero reflexionar de forma especial sobre la lectura comprensiva, ya que seguimos teniendo alumnos que llegan a secundaria y tienen problemas para entender lo que se les pregunta en un examen, o en un ejercicio. Si un alumno tiene problemas de comprensión, va a tener dificultades para solventar el  resto de asignaturas. A lo mejor entiende la parte mecánica de las matemáticas, pero no la resolución de un problema. O si le preguntan sociales o naturales de una forma diferente, realizando inferencias, hipótesis o relaciones,  no lo sabe hacer porque no se le ha entrenado para ello . Se debería hacer una reflexión importante sobre este aspecto, empezando a lo mejor por el tipo de metodología que se sigue utilizando para leer, de base sintética, utilizando la ruta fonológica, cuando está demostrado que es mejor la ruta ideovisual. Los maestros de infantil y primaria tienen mucha importancia, ya que son los que ponen una buena base o no para futuros aprendizajes.

Y en esta aventura de leer y enseñar a escribir, llegamos al tercer bloque de comunicación escrita: la escritura. Las mismas metodologías que hemos nombrado con la lectura, poseen su correspondencia en el aprendizaje de la escritura.
Unas  se centran más en el desarrollo grafomotriz y otras buscan la funcionalidad y significatividad, poniendo a los  niños en situación de escribir con la importante funcionalidad de COMUNICAR. Los maestros, cuando los niños acceden a primaria, deben saber de dónde parten los niños, cómo han realizado la enseñanza del proceso lector: si han utilizado una base más sintética o analítica o pictográfica.

Con la tarea que había que realizar en este bloque de corregir a varios alumnos de diferentes niveles su escritura,  lo que más me costó no fue encontrar un tipo de letra, o de papel para en realidad entrenar lo que todavía no estaba adquirido. Si no tienen ningún otro problema adquirido, estos alumnos deberían mejorar ya que van a entrenar Lo complicado, y lo que no se nos puede olvidar es encontrar para el entrenamiento una motivación para cada alumno que tenemos, y un constante reforzar lo positivo, haciéndole ver sus errores pero también sus logros. Lo fácil es coger un cuadernillo y que copie y copie; así haremos que ser aburra. Pero si le conocemos porque es nuestro alumno, y sabemos cómo le podemos motivar, y le dedicamos cinco o diez minutos a reforzarle lo que va aprendiendo, entonces estaremos transmitiendo que cuando algo nos cuesta o lo podemos hacer  mejor, no pasa nada. Para eso estamos en un colegio, donde vamos a aprender.
Y en este recorrido por la lengua, llegamos al cuarto y quinto bloque, a un parte quizás  menos atractiva : la ortografía, semántica, sintaxis y morfología.

Si nombramos la palabra ortografía y pensamos en lo primero que nos viene a la cabeza, muchos recordaremos las faltas de ortografía, con copias una y otra vez y los mismos errores de nuevo. 

La ortografía y la semántica son dos aspectos relacionados con la expresión y la comprensión. Por un lado, debemos de saber, como se refleja en los apuntes de clase, que la perfección ortográfica suele adquirirse tarde, y que nuestro dominio ortográfico se  fundamente sobre todo en el recuerdo visual.

Esta idea es fundamental, ya que aprenderemos a tener menos faltas si las vemos escritas correctamente con una imagen, que si solo las escribimos. Por lo tanto, hay que dejar de trabajar la ortografía haciendo una y otra vez dictados, y copiando una y otra vez palabras. El dictado tiene que servir solo como instrumento de evaluación y hay que prepararlo, igual que se prepara cualquier otro contenido. Y utilizar recursos lúdicos y divertidos para mejorar la ortografía, o cualquier otro aspecto de la lengua. Lo mismo ocurre con el proceso semántico. El maestro tiene en este sentido que consolidar el nuevo vocabulario que el niño ha aprendido, proporcionar estrategias para el estudio de nuevas palabras, saber seleccionar que palabras son las más adecuadas a cada situación, percibir las distintas connotaciones de las palabras…. Así contado puede parecer muy aburrido, o no, ya que hay recursos materiales y lúdicos muy divertidos para realizar todo este proceso. Yo recuerdo que en mi época escolar utilizamos juegos como el ahorcado, stop,  para pasar nuestro tiempo de recreo. Y hoy, cuando mis alumnos me piden que si terminamos un poco antes para jugar al bingo ortográfico, al dobble, al stop… y lo toman como un premio, paro y por lo menos reflexiono sobre lo que he hecho ese día. Seguro que llevaban una dosis de aburrimiento.

En la época en la que vivimos ahora, y en la que han nacido nuestros alumnos, con múltiples recursos digitales, lo difícil sería que los niños se aburrieran aprendiendo. Tenemos multitud de recursos didácticos y pedagógicos interesantes y motivantes. Porque la lengua es muy divertida… si queremos.
Y nuestra profesión muy interesante, importante y motivadora. QUE NUNCA SE NOS OLVIDE.

2 comentarios:

  1. Felicidades!!

    Has hecho un resumen de cada bloque sobre lo que a ti más te ha marcado y crees con mayor importancia.

    Coincido contigo que hoy en día con todo lo que tenemos a nuestro alcance, es intolerable que los alumnos se aburran, pero no solo en la lengua, en todas.

    Un abrazo!!!

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  2. Has hecho justo lo que te dice María, Pilar. Es muy sintético.

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